¡NOS VAMOS EL 2 DE JULIO!

Hace aproximadamente 10 años que por el testimonio de un pastor norteamericano que pedía por misioneros argentinos que fueran a Cuba, mi mirada se elevó hacia aquel lugar.

Hace casi 6 años, que anuncié mi decisión de comenzar a prepararme para cumplir con este llamado. Es que un día me di cuenta que la obra en Junín estaba concluida, que ya estaban listos para continuar con la misión de hacer discípulos, sin mi supervisión.

Hace 2 años que viajamos a Cuba, y desde entonces no dejamos de orar y pensar en los hermanos que conocimos en aquella oportunidad, que inspiraron el ministerio que dimos en llamar "Cuba al Encuentro con Dios".

Hace apenas algunas horas que compramos los boletos de avión que transportarán a toda mi familia (somos 6 personas) a la Ciudad de Juárez, México.

Quiero que sepan que aunque no tenemos el sostén necesario, ya no podemos esperar más, ni nosotros ni nuestra iglesia enviadora en Junín. Sabemos que el tiempo ha llegado y estamos entusiasmados y esperanzados en que la ayuda financiera para desarrollar un ministerio que pretende tener alcance internacional, llegará. Son varias las iglesias argentinas que oran y respaldan financieramente este proyecto, con el entusiasmo de saber que ahora, las Iglesias Bautistas Argentinas podemos enviar misioneros al exterior. Somos conscientes de que estamos partiendo en medio de una de las peores crisis económicas que hemos sufrido en nuestro país. Partir en un momento así, donde nuestro apoyo económico se redujo a la mitad en menos de un año debido a la devaluación, es prueba suficiente del obrar del Dios que no se sujeta a ninguna economía ni puede ser limitado por ninguna crisis.

El día 2 de Julio del año 2019, gracias a la Gracia que se ha dado a las iglesias argentinas, subiremos a un avión, pero sabemos que no estaremos sólos, porque las iglesias, amigos, y mi propia familia, la que tenemos en Buenos Aires y la que dejamos en Junín, nos acompañarán con sus oraciones y ayuda financiera. Ellos y nosotros haremos nuestro mejor esfuerzo, y Dios se glorificará en nuestras vidas o en nuestras muertes, para que su glorioso evangelio llegue a donde tenga que llegar y salve a aquellos que sin saberlo, nos están esperando.

No tenemos miedo pero sí mucha esperanza, porque así como el Señor ha obrado en las iglesias argentinas, con brazos abiertos nos esperan los hermanos mexicanos, para unirse en un esfuerzo internacional por llegar con el evangelio a Cuba y de ahí, al mundo.

Finalmente el día tan esperado llegó. Ya tenemos fecha de partida y nuestros corazones laten, nuestra piel se eriza, nuestros ojos se humedecen pensando en las despedidas, mientras los sueños se agolpan en un torbellino de planes y deseos de hacer, que aún no se concretan pero que anticipamos con entusiasmo.

Algunos pensarán que estamos tristes, pero no es así. Mis hijos, esposa y yo estamos muy contentos y entusiasmados. Quizás crean que deberíamos estar tristes porque nos alejamos de nuestro hogar, de nuestra patria ... pero no. ¿Por qué? Porque nuestro hogar está en el centro de la voluntad de Dios para nuestras vidas, y nuestra patria ... nuestra ciudadanía, hermanos, está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo (Fil. 3:20).

Nuestro único deseo es poder ver el día ...

... en que fundidos en abrazos,

Adoraremos cantando a mi Cristo el Salvador,

Yo, porque me dio el valor, para poder ir y vencer.

Y los hermanos de Cuba, México y Argentina ...

... porque pudieron creer."

Finalmente podemos gritarlo, ustedes y nosotros: ¡NOS VAMOS!

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